Una de las cosas
que más he oído durante el día de hoy se refiere al potencial y efectividad del
marketing móvil en forma de tradicionales SMS’s. Yo que soy una fan reciente de la comunicación
instantánea a través de herramientas tipo wassup o blackberry messenger (que me
permite conectar con mis hijos de una manera cómoda y barata), me he enterado hoy
que los SMS’s no están muertos. Sólo por mencionar un dato, el 50% de los
españoles reaccionan positivamente a ofertas de última hora que les llegan a
través del móvil.
Y tengo un
ejemplo cercano y reciente que me lo confirma. En menos de un mes, tanto mi
padre como mi suegro, ambos de 78 años y por separado, se han cambiado de móvil
gracias a una oferta comunicada a través de un SMS. El terminal les ha salido
gratis, pero ya que estaban modernizándose, y para sorpresa de toda la familia,
han contratado una tarifa de datos a ver qué tal es eso de conectarse a
internet y para comunicarse con los nietos. En estos dos casos, éxito redondo
para la campaña de la operadora implicada.
Pero a lo que
vamos … esto me ha dado por pensar en el potencial de los SMS’s como un medio de
comunicación a incorporar a nuestros proyectos. Si dos personas de 78 años
reaccionan positivamente a este medio, ¿no lo harían también algunos de
nuestros stakeholders, desbordados por los emails, pero con un móvil siempre en
la mano? ¿No agradecerían algo corto y rápido que les resuma el estado del
proyecto o les comunique algún hito? Teniendo en cuenta que muchas
organizaciones poseen herramientas para envíos de SMS’s a los móviles de sus empleados, ¿cuál es el
coste añadido?
Aquí dejo una
sugerencia que, personalmente, pienso probar en cuanto pueda.